La corrupción es el segundo problema que más preocupa a los
ciudadanos.
La situación de crisis, de familias que lo están pasando mal
nos hace más intransigentes si cabe hacia los corruptos y hacia la corrupción.
Que una persona utilice la confianza de los que le rodean o
de los que se la han prestado para llevarse un dinero que no es suyo, genera el
desprecio más profundo.
Ahora, que algunos cuentan días para llegar a fin de mes,
escuece que se hable de cantidades millonarias desviadas a cuentas particulares
y a paraísos fiscales.
El escaparate de individuos corruptos es de todos los
colores, por eso sabemos que algo está fallando, el sistema, los partidos, la
justicia… pero el resultado delata la vergüenza.
Las medidas, acuerdos anticorrupción no sabemos si existen o no, pero
no funcionan, no sabemos si trabajan para ello o no, pero no hay resultado
satisfactorio.
Cambio, cambio generacional, cambio de modelo, cambio de
partidos, pero cambio, así no podemos seguir. No vamos a ningún lado y el
hartazgo es generalizado y obligado.
Desde
la tribuna de Ciudadanos estamos tejiendo una salida a la
democracia, estamos manteniendo la esperanza de una sociedad que no se
merece el descrédito generalizado estamos construyendo los puentes del
cambio, tan necesario como urgente.
Marta Marbán
@marbandefrutos